La pasada semana se presentaron los resultados principales del estudio PASOS que evalúa el estado de salud de los niños y niñas de entre 8 y 16 años. Este estudio se coordina desde la Fundación Gasol y cuenta con la participación de los investigadores del CIBERESP Helmut Schröder e Isaac Subirana Cachinero y de varios grupos del CIBEROBN.
En esta primera etapa del estudio PASOS (Physical Activity, Sedentarism and Obesity of Spanish youth) se ha evaluado el nivel de actividad física, el sedentarismo, los estilos de vida y la obesidad de la población infantil española de entre 8 y 16 años. La iniciativa surge de la necesidad de disponer de evidencia científica actualizada sobre la realidad del estado de salud de los menores para, a partir de aquí, poder plantear e impulsar políticas e intervenciones eficaces. Han participado 3.887 menores de 247 centros educativos de las 17 comunidades autónomas, que han sido evaluados por 13 grupos de investigación de toda España.
En España estamos sufriendo una epidemia de obesidad infantil que está afectando de forma relevante al desarrollo de los niños/as y adolescentes. Un 14,2% de los menores padece esta problemática según el IMC y un 24,6% presenta obesidad abdominal −lo que evidencia la necesidad de incorporar la medición de la circunferencia de cintura como indicador de la obesidad en la infancia.
Siguiendo la tendencia mundial, en las dos últimas décadas, esta pandemia ha crecido entre la población infantil española: un 1,6% según IMC, y un 8,3% según obesidad abdominal.
El estudio PASOS demuestra una clara relación entre el nivel socioeconómico de las familias y la obesidad infantil. A mayor porcentaje de pobreza, mayor es la prevalencia de obesidad infantil.
El 63’3% de los niños/as y adolescentes no alcanza los 60 minutos de Actividad Física Moderada o Vigorosa (AFMV) al día −recomendación de la OMS. Este incumplimiento es más pronunciado en el género femenino −el 70,1% de las niñas no llega al nivel recomendado frente al 56,1% de los niños−, y entre los adolescentes −el 69,9% no cumple la recomendación, frente al 55,5% de los niños/as.
A su vez, el estudio evidencia que a mayor edad, menor es el tiempo dedicado a la práctica de actividad física: los adolescentes de 4º ESO (16 años) realizan 98,2 minutos menos de actividad física por día (promedio) que los menores de 3º de primaria (8 años).
El 74’9% de los menores considera que su condición física general es buena o muy buena, aunque esta percepción empeora a mayor edad y es menos positiva entre los adolescentes y entre el género femenino.
La OMS aconseja no superar las dos horas diarias dedicadas al uso de pantallas −televisión, ordenador, tablet, móvil y/o videojuegos. Partiendo de esta recomendación, se ha detectado que más de la mitad de los niños/as y adolescentes no cumple con las recomendaciones de uso de pantallas entre semana (54,4%), situación que se agrava durante el fin de semana, cuando casi el 80% pasa más de dos horas al día delante del ordenador, móvil, televisión u otros dispositivos digitales.
Además, se aprecia una mayor predisposición al uso de pantallas por parte del género masculino y dicho uso es mayor a mayor edad en ambos géneros.
Las horas de sueño también inciden en la probabilidad de presentar obesidad en la infancia. Según el estudio PASOS, el 40,9% de los niños/as y adolescentes incumple las recomendaciones de horas de sueño entre semana, lo que se agrava cuando es fin de semana con un 48,1%. Si segmentamos por edad, se observa que los adolescentes presentan una mayor tendencia a dormir menos horas que las recomendadas (en su caso: de 8 a 10 horas según la National Sleep Foundation).
El estudio PASOS pone de relieve una tendencia decreciente de la adherencia a la dieta mediterránea por parte de los más pequeños. A día de hoy, solo el 40% de los menores alcanza un nivel alto de seguimiento de dicha dieta, mientras que en el año 2000, lo hacía un 44,7%. Si segmentamos por edad, observamos que los adolescentes siguen menos la dieta mediterránea. Curiosamente, los países del arco mediterráneo son los que lideran los rankings de obesidad infantil en Europa -ocupando, España, la cuarta posición.
Además, se observa que demasiados niños/as y adolescentes siguen hábitos de alimentación que van en detrimento de su salud como desayunar bollería industrial (31,7 %), comer en un restaurante de comida rápida al menos una vez a la semana (23,1 %) o consumir dulces y golosinas varias veces al día (22 %). En cambio, hábitos que aseguran un buen estado de salud, como es el consumo de frutas y verduras, son menos frecuentes de lo que sería deseable. Solamente un 15,9 % de la población infanto-juvenil declara consumir al menos cuatro raciones de fruta y verdura al día.
Uno de los aspectos que más preocupan y que suele pasar más desapercibido es el bienestar emocional de los niños. Según el estudio PASOS, más de un 20% de la población infantil y adolescente declara sentirse preocupado/a, triste o infeliz. El porcentaje es incluso superior entre el género femenino (25 %) respecto al masculino (16,6 %) y también es mayor en la adolescencia (25,7 %) que en la etapa infantil (15,1 %). Aunque pueda parecer una cifra baja, resulta preocupante que personas de tan corta edad autoperciban tal estado emocional.
La situación identificada con el estudio PASOS 2019 pone de relieve la necesidad de empezar a actuar ya para garantizar que los niños y niñas pueden crecer en un entorno seguro y saludable que les permita alcanzar su pleno potencial. Por ello, desde la Gasol Foundation reclaman que sitúe la prevención de la obesidad infantil en el centro de la agenda política y social.