Ministerio de Ciencia e Innovación

Alimentos ultraprocesados, culpables de incrementar la mortalidad por todas las causas

Investigadores del proyecto SUN Carmen de la Fuente, Clara Gómez, Anaïs Rico, Maira Bes e Ismael Álvarez
CIBER | jueves, 30 de mayo de 2019

Un mayor consumo de alimentos ultraprocesados (más de cuatro porciones diarias) se asocia con un 62% de riesgo mayor para todas las causas de mortalidad. Por cada ración adicional, el riesgo aumenta un 18%. Es la principal conclusión de un estudio con cerca de 20.000 voluntarios de la cohorte ‘Seguimiento Universidad de Navarra’ (SUN), dirigido por Miguel A. Martínez-González, investigador principal del CIBEROBN, que acaba de publicarse en el British Medical Journal.

SUN, cómo medir las consecuencias del estilo de vida en universitarios

El Proyecto SUN es una gran cohorte prospectiva de graduados universitarios de toda España. En este caso en particular, se estudió durante 15 años (1999-2014) a un total de 19.899 voluntarios (12.113 mujeres y 7.786 hombres) registrando su consumo de alimentos y bebidas, según la clasificación NOVA, a través de un cuestionario de frecuencia. Se produjeron 335 muertes durante una media de seguimiento de 10 añosy se llegó a la siguiente evidencia: ingerir más de cuatro raciones diarias de alimentos ultraprocesados  incrementa el riesgo de mortalidad relativamente en un 62%; y cada ración adicional supone un 18% más de riesgo, independientemente de otras causas de mortalidad.

Ultraprocesados, ‘comida’ letal

Según la clasificación NOVA, los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales elaboradas a partir de ingredientes refinados (azúcar, almidones, aceites vegetales, sal) o sintetizados (grasas trans, proteína hidrolizada, aditivos), y no contienen ningún alimento entero reconocible. Si un producto tiene más de cinco ingredientes, probablemente sea ultraprocesado. Algunos ejemplos son: los refrescos azucarados, embutidos, postres lácteos azucarados, galletas, bollería industrial o los cereales para el desayuno. Se caracterizan por su baja calidad nutricional, conveniencia (están listos para consumir en cualquier momento, sin necesidad de preparación), disponibilidad (el entorno favorece su consumo) e hiper-palatabilidad (son extremadamente sabrosos). Además, desplazan el consumo de alimentos beneficiosos y se alejan de los patrones alimentarios verdaderamente saludables como la Dieta Mediterránea tradicional, que se ha asociado con una fuerte reducción de riesgo cardiovascular y de cáncer de mama en el estudio PREDIMED.

Maira Bes-Rastrollo, investigadora senior de este trabajo afirma que “estudios previos del Proyecto SUN, también dirigidos por el mismo equipo del CIBEROBN y la Universidad de Navarra, con financiación del Instituto de Salud Carlos III, ya habían encontrado en los ultraprocesados el origen de numerosos problemas de salud cardiometabólicos, como un aumento de riesgo de sobrepeso e incuso depresión”.

Referencia bibliográfica:

Rico Campa A, Martinez-Gonzalez MA, Alvarez-Alvarez I, Mendonça RD, De la Fuente-Arrillaga C, Gomez-Donoso C, Bes-Rastrollo M. Association between consumption of ultra-processed foods and all cause mortality: SUN prospective cohort study. BMJ 2019. doi: https://doi.org/10.1136/bmj.l1949

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