Ministerio de Ciencia e Innovación

Las nuevas recomendaciones para la prevención y el control de la diabetes ponen en valor la dieta mediterránea

El investigador Jordi Salas Salvadó ha participado en la elaboración de la guía de la EASD
CIBER | martes, 18 de abril de 2023

La European Association for the Study of Diabetes (EASD) ha publicado una nueva guía donde aconseja al profesional de la salud en centrarse en conseguir un peso saludable de la persona con diabetes y a que ésta se adscriba  a una dieta saludable a base de cereales integrales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos y semillas, en vez de prescribir directamente fármacos sin intentar primero cambiar el estilo de vida de la persona afectada. En la guía ha participado el investigador del CIBEROBN Jordi Salas Salvadó, catedrático de Nutrición de la Universitat Rovira i Virgili e investigador del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) e ICREA Academia. 

La EASD acaba de hacer públicas nuevas recomendaciones de dietética y nutrición para la prevención y el control de la diabetes. En un contexto social “frenético y globalizado”, en que enseguida se recurre a los fármacos, la guía recomienda evitarlos si estos no hacen falta, y centrarse en perseguir un peso saludable y seguir unos en planes dietéticos “prácticos, sostenibles y basados en alimentos”, con la base de la dieta mediterránea, la nórdica o la vegetariana ya que a veces (no siempre) los cambios radicales en el estilo de vida consiguen controlar la enfermedad. Estas novedades han sido publicadas en la revista Diabetologia en nombre de la EASD después del trabajo del Diabetes and Nutrition Study Group, un equipo de trabajo multidisciplinar y multinacional.

Hay dos clases de diabetes, la de tipo 1, causada por un daño autoinmune al páncreas y que presenta una deficiencia de insulina -afecta unas 90.000 personas en España- y la de tipo 2, causada principalmente por el aumento de peso en personas susceptibles, por ejemplo, por los antecedentes familiares. En este caso afecta más de 5.000.0000 de personas en el estado y requiere un control estricto de la dieta y la toma de fármacos orales para controlar la glucemia y la progresión de la enfermedad. Las novedades en las recomendaciones de la EASD de este año se centran, básicamente, en este segundo tipo de diabetes, y se basan en una revisión detallada y profunda de toda la evidencia científica existente.  

Así, en las recomendaciones se enfatiza la importancia de perder peso de manera sustancial (entre manantial y quince kilos) en caso de exceso, puesto que sus efectos sobre la glucosa en sangre, la secreción de insulina y la presión arterial son tan grandes como los provocados por la toma de diferentes medicamentos y ayuda en muchos casos a hacer desaparecer la enfermedad sin la necesidad de fármacos. La guía recomienda, para conseguirlo, un estilo de vida saludable, por ejemplo, dejando de fumar, aumentando la actividad física y con una dieta hipocalórica saludable. En este sentido, se recomiendan patrones dietéticos centrados en el consumo de cereales integrales, verduras enteras, frutas, legumbres, frutos secos, semillas y aceites vegetales no tropicales ni hidrogenados. Al mismo tiempo, se minimiza el consumo de carne, sobre todo la roja y la procesada, las bebidas azucaradas, los dulces y los cereales o grandes refinados. Son patrones que encajan con las dietas mediterránea, nórdica o vegetariana, que mejoran la glucemia y diferentes factores de riesgo cardiometabólico, y en el caso de la mediterránea a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad por todas las causas.

La guía no recomienda las dietas muy bajas en hidratos de carbono, mientras que se aconsejan las que contienen alimentos mínimamente procesados ricos en fibra, con un mínimo de 35 gramos en el día, y la administración de alimentos enriquecidos con fibra o de suplementos cuando la dieta no llega a esta cifra. También se recomiendan las dietas con menos del 10% de energía en forma de azúcar, pudiéndose utilizar edulcorantes para sustituirlo. En cuanto a las grasas, tendrían que provenir, principalmente, de los vegetales ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturados, como por ejemplo los frutos secos, las semillas y los aceites vegetales no tropicales o hidrogenados.

Artículo de referencia:

Reynolds, A., The Diabetes and Nutrition Study Group (DNSG) of the European Association for the Study of Diabetes (EASD). Evidence-based European recommendations for the dietary management of diabetes. Diabetologia (2023). https://doi.org/10.1007/s00125-023-05894-8