Las madres de pacientes con trastornos de conducta alimentaria (TCA) se implican y están más informadas que los padres pero a la vez se sienten más culpables, experimentando sentimientos negativos como tristeza, miedo, rabia y culpa. Estas son las principales conclusiones de la encuesta realiza para estudiar el rol de la familia cuidadora a familiares de enfermos con trastornos alimentarios que analiza por un lado, sus motivaciones y estado emocional, y por otra, sus actitudes, funcionamiento y capacidad de regulación emocional.
Este estudio que es de los primeros en analizar estado emocional y grado de implicación de madres y padres de pacientes afectados de un TCA, y analizar sus habilidades y/o dificultades para ello, fue presentado en el marco de la Mesa de Diálogo para la prevención de los trastornos de conducta alimentaria y una Jornada para familiares y profesionales realizada en el Hospital Universitario de Bellvitge, celebrada el pasado martes 12 de marzo, de mano del jefe de grupo del CIBEROBN, profesor agregado de la Universitat de Barcelona y coordinador de la Unidad de TCA Hospital Bellvitge, Fernando Fernández-Aranda y que ha contado con el apoyo y soporte del CIBEROBN.
Esta investigación ha contado con la colaboración de 13 hospitales públicos y centros de tratamiento privados de toda Cataluña y ha sido coordinado por el Hospital Universitario Bellvitge y el Hospital Clínico.
281 familias cuidadoras
La encuesta realizada a 281 familiares cuidadoras de 216 enfermos detectó una implicación media en el tratamiento de 2,57 puntos sobre 5, siendo 5 ‘mucho’ y 0 ‘nada’. La tasa asciende en las madres a 2,68 sobre 5 y desciende en los padres al 2,4. La anorexia es la enfermedad que genera más implicación, 2,81 de media, seguida de la bulimia, 2,4, y otros trastornos, 2,3.
Del estudio se desprende también que las madres y padres desarrollan los mismos sentimientos positivos (tranquilidad, orgullo, satisfacción y esperanza), puntuados en ambos con un 3,41 sobre 5, mientras que los sentimientos negativos ascienden a 2,91 puntos en las madres frente al 2,53 de los padres. Las madres son también las que están mejor informadas, sumando 3,97 puntos frente a los 3,78 de los padres. Por otro lado, las madres suelen involucrarse más que los padres en la recuperación de sus hijas/os, lo que hace que pierdan la distancia emocional necesaria y que acaben desbordadas por el trastorno.
Este estudio acaba de ser publicado en la segunda revista más importante del ámbito de los TCA (Vintró‐Alcaraz C, Mestre‐Bach G, Steward T, et al. Validation of the Caregiver Skills (CASK) scale in Catalonia: Concordance between caregivers in attitudes and behaviours. Eur Eat Disorders Rev. 2018;26:329–336. https://doi.org/10.1002/erv.2604)